Son Catlar. La muralla

Puerta norte de acceso al poblado de Son Catlar

Término municipal: Ciutadella. Fincas o caminos cercanos: Camino Sant Joan de Missa, bifurcación Son Saura. Acceso: Entrada libre todo el año, amplio espacio habilitado para aparcamiento. Tipo de yacimiento: Poblado talayótico, utilizado ampliamente por civilizaciones posteriores. Interés: Una muralla espectacular. Proyección: Se realizan excavaciones periódicas, muy bien conservado.

Son Catlar es una de las construcciones prehistorias más significativas de Menorca pero a la vez de las más peculiares debido a la espectacular muralla que rodea la mayor parte del poblado; de unas características claramente defensivas que no se puede observar en ningún otro poblado de la isla.

El Talayot Sur. En primer término la muralla aunque simultanea las losas de piedra original con acumulación de piedras más pequeñas de origen reciente

Antes de llegar al portal de acceso al yacimiento se pueden contemplar los restos de una cantera prehistórica y un pequeño hipogeo funerario. Bordeando por el lado izquierdo la muralla, nos encontramos en primer lugar con los restos de talayot sur, adosado a la muralla. Poco después, aparece un bastión de planta cuadrada, y en el terreno cercano los restos de una probable naveta. Más adelante se encuentra otra torre adosada a la muralla, frente a la cual hay una casa talayótica situada extramuros.

Detalle del lienzo de la muralla

A continuación se llega a un ángulo del perímetro defensivo, con un bastión. Algo más allá se encuentra la puerta norte que daba acceso a la población, que se conserva en muy buen estado. Una vez restituido el dintel y tras varias pequeñas excavaciones e intervenciones para restaurar un derrumbe que se se habría producido a la derecha de la entrada, se aprovechó para consolidar el portal y excavar el corredor interior. Gracias a estas intervenciones se supo que el acceso al recinto fue construido bajo una óptica militar, pues se encuentra semienterrado y discurre en zig-zag.

La puerta en codo. Se trata de un elemento defensivo del plan de refortificación púnica trazado para la defensa de Son Catalar y del que sólo quedan los cimientos. El objeto de su construcción era impedir el acceso directo al recinto.

Continuando por la muralla veremos dos torres más antes de llegar a otra esquina, tras la que se pasa a la parte occidental del recinto. Dejamos atrás los restos de otra torre y, poco antes de llegar a la siguiente, se puede contemplar una estela monolítica adosada en la muralla con algunos rasgos antropomorfos. El ángulo sur esta ocupado por otra construcción defensiva, y desde allí se llega al punto de partida.

El poblado de Son Catlar tuvo su origen en época pretalayótica. Entre los siglos X y VIII a.C. debió levantarse la parte más antigua de la muralla. Hacia los siglos III-II a.C. volvió a ampliarse, con viviendas incluso extramuros. Probablemente se construyeron entonces las partes más perfeccionadas de la muralla, siguiendo técnicas del mundo clásico. Son Catlar siguió teniendo importancia en época romana, cuando se adosaron las torres al perímetro defensivo.

Los datos

La muralla supera los 900 metros de longitud y su perímetro tiene forma irregular, rectangular en su parte sur y cuadrado por el norte, formando así una especie de gran L y ocupando una superficie, aproximada, de 3,75 hectareas. Los muros alcanzan unos 3 m de altura y un grosor medio de 2,5 m. En la mayor parte de su trazado se sigue la técnica talayótica, a base de grandes ortostatos colocados verticalmente, aunque en algunos tramos tiene añadidos de época clásica a base de losas regulares y escuadradas, así como torres de defensa adosadas.

Capades de Moro en la muralla de Son Catlar

Un comentario

  1. Historia muy buena la cual se aprende mas de lo k.ocurrio pues hace años en este pais hermosas fotos un saludo mi gran amigo amigo Emilio

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